México sumó su medalla número 78 en los Juegos Olímpicos gracias al boxeo y a Marco Verde, quien se llevó la medalla de plata en París 2024. La victoria tiene un sabor especial, ya que es un sueño que su padre, boxeador en Barcelona 1992, había tenido que dejar en pausa porque el oro se le escapó como una piñata en mal estado.
En el cuadrilátero, Marco Verde demostró que no solo se sabe defender bien, sino también dar una buena pelea—aunque desde el primer round el uzbeco le entró más un juego de «quien se queda más tiempo en la esquina». En el segundo round, Marco intentó recortar la distancia, pero el uzbeco aprovechó las oportunidades y le dio un par de recordatorios de por qué es bueno no bajar la guardia.
En el tercer round, Verde necesitaba un nocaut para el oro, pero el uzbeco se puso en modo «superviviente» y danzó alrededor del ring como si estuviera en una fiesta. Aunque no ganó el oro, la plata aún brilla con fuerza.
Con esta presea, el boxeo en México suma 14 medallas, consolidándose como la segunda disciplina más exitosa, justo detrás de los clavados, y demostrando que, a pesar del tiempo, el boxeo mexicano sigue dando campanazos.