Rebeca Andrade, la gimnasta brasileña que pasó de las favelas de São Paulo a ser la competencia más dura de Simone Biles, volvió a robarle el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Aunque Biles cerró su participación con dos oros en un solo día, su encuentro en la final de suelo con Andrade fue más apretado que el traje de una campeón en halterofilia.
Biles había admitido que competir contra Andrade era como intentar esquivar una sombra: «No me gusta, está demasiado cerca». En la final de suelo, Andrade se llevó el oro con una rutina tan espectacular que hasta las colchonetas quedaron impresionadas. Ganó por 0.033 puntos, dejando a Biles con la plata y una mueca de «otra vez no». Aunque al final, celebraron juntas como amigas y colegas deportistas.
Esta no fue la primera vez que Andrade le dio un susto a Biles. Ya en Tokio 2020, la brasileña se llevó el oro en salto de potro, dejando a Biles en segundo lugar. Andrade, quien comenzó su carrera en un programa social, dejó su hogar a los nueve años para entrenar en Curitiba, demostrando que, a veces, dejar la cama de litera por las barras asimétricas puede llevarte a lo más alto del podio.