El partido de fútbol varonil entre España y Francia comenzó con un toque de cuento de hadas para los franceses, quienes soñaban con el oro y se mostraron dominantes al principio. Pero pronto España le dio a Francia una lección de “¡No hay que quedarse dormido!” y en solo 10 minutos logró darle la vuelta al marcador.
A pesar de la remontada épica de España, Francia hizo su mejor esfuerzo para regresar de entre las cenizas, casi como un mago de Hogwarts, y mandó el partido a tiempo extra.
El partido
Enzo Millot abrió el marcador para Francia, causando un sobresalto en los españoles. Pero Fermín López, el MVP del torneo, mostró que no solo sabe jugar, sino también cómo hacer que los rivales se sientan como si estuvieran en una película de terror: empató el partido, luego hizo un doblete y celebró como si fuera el rey del mundo, al estilo de Mbappé.
Luego, Alex Baena marcó un golazo de tiro libre que hizo que los aficionados españoles pensaran que estaban viendo un comercial de futbolistas. Francia no se rindió y, con un gol de Akliouche a balón parado y un penal que mantuvo viva la esperanza, intentó darle un giro al final.
Se mencionó que Adrián Bernabé podría dar una sorpresa, y apareció justo en el momento crucial. Realizó una caracoleada espectacular que dejó a Sergio Camello en una posición ideal. Camello no falló y anotó con una vaselina al portero, un gol que sabe a medalla de oro.